Presentación

“Hemos creído en el amor” (1 Jn 4, 16)

Con el Centro de Orientación Familiar (COF) Diocesano, la Iglesia en Lugo pone a disposición de las familias que lo deseen una ayuda integral y profesional, abierta a todas las dimensiones del ser humano, también las espirituales.

A través de este Centro, la Iglesia busca ofrecer una ayuda concreta a quienes anhelan vivir más plenamente su vocación matrimonial y familiar, ayudándoles a permanecer fieles al bien que han recibido y que les llevó a decir: “Hemos creído en el amor” (1 Jn 4,16).

Busca también poder generar un espacio en el que las personas que viven dificultades familiares o personales se sientan acogidas y miradas con misericordia, ofreciéndoles no sólo una ayuda profesional, sino también una esperanza que vaya más allá de sus limitaciones y circunstancias.

En un momento en el que todo es cuestionado, en el que incluso las relaciones personales más importantes parecen frágiles y en el que el mismo Amor es puesto en duda, la Iglesia de Lugo desea ofrecer a través del COF Diocesano una ayuda para que sea posible el amor en la verdad:

“La caridad en la verdad, de la que Jesucristo se ha hecho testigo con su vida terrenal y, sobre todo, con su muerte y resurrección, es la principal fuerza impulsora del auténtico desarrollo de cada persona y de toda la humanidad. El amor es una fuerza extraordinaria, que mueve a las personas a comprometerse con valentía y generosidad en el campo de la justicia y de la paz. (…)

Todos los hombres perciben el impulso interior de amar de manera auténtica; amor y verdad nunca los abandonan completamente, porque son la vocación que Dios ha puesto en el corazón y en la mente de cada ser humano.

Jesucristo purifica y libera de nuestras limitaciones humanas la búsqueda del amor y la verdad, y nos desvela plenamente la iniciativa de amor y el proyecto de vida verdadera que Dios ha preparado para nosotros.”

(BENEDICTO XVI, Caritas in veritate, 1)

Con el deseo de que este proyecto pueda enriquecer la vida de muchas personas y fortalecer los lazos de muchas familias, lo encomendamos a las oraciones de todos los miembros de la comunidad diocesana y, especialmente, a la intercesión de Santa María, la Virgen de los Ojos Grandes, Madre de Dios y Madre nuestra.

Lugo, febrero de 2013

+ Alfonso
Obispo de Lugo